POR DONDE SE ASOMAN NUESTRAS COSTUMBRES
TESTIGOS DEL PASO DEL TIEMPO
Otro de los legados de la arquitectura civil colonial y que sin lugar a dudas se constituye también en un asombroso y encantador rasgo representativo de Santa Cruz de Mompox son sus ventanas.
En ninguna otra ciudad de construcciones domésticas neogranadinas se encuentran ventanas semejantes, ni mucho menos iguales; es más, en Mompox una ventana es distinta a la otra, no se repiten, por ejemplo hay casas que en su fachada tienen más de una de ellas, que a simple vista parecen iguales, pero si se observan detenidamente se encuentra que hay un detalle o varios que las otras no tienen, más que todo, esto se presenta en sus rejas, fruto de la destreza e imaginación de los herreros de la época, cuya sabiduría fue heredada por los de hoy en día.
La riqueza arquitectónica de las ventanas momposinas se la dan en conjunto los elementos que las componen, como la repisa, la reja y el sobradillo.
De las repisas, se encuentra un admirable repertorio en sus diseños, en las cuales los alarifes acentuaron en relieve escultural, con una gran maestría e ingenio sobre los muros planos, la clase social y solvencia económica de sus dueños al igual que el uso original de la edificación.
En cuanto a la reja se puede decir que es la más trabajada pero también exquisita característica de las ventanas momposinas, ya que están hechas de hierro forjado, mediante modulaciones estructurales e ingeniosos trazados que las adornan entre barrote y barrote; algunas de ellas hechas en impresionante hierro retorcido.
En la parte superior de la reja encontramos también hechas en el mismo material un elemento decorativo adicional, que no son más que figuras que representan la religiosidad de la Villa, el buen apellido de ciertas familias y también su clase social, incluso en algunas de estas figuras se incluye el año que fueron hechas las ventanas, así como también las iniciales de los nombres de sus propietarios. Entre estas figuras encontramos cruces, granadas, lanzas, hojas, rombos, etc., acompañadas de diversas formas.
La llamada teja colonial junto a salientes en mamposteria o madera constituyen el sobradillo, también en gran variedad de diseños que adornan la parte superior de las ventanas.
Esta extraordinaria y numerosa colección de ventanas momposinas, es única en su género en Colombia, sólo comparable con las de algunas ciudades andaluzas en España.
Estas ventanas que han sido, son y serán testigos mudos de la rica y memorable tradición e historia de Mompox, desde la primera campaña independentista del país, pasando por las visitas del Libertador Simón Bolívar hasta el privilegio que le dió la UNESCO a Mompox de declararla Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, título en el que las mismas al igual que muchos otros aspectos fueron un motivo muy especial para merecerlo.