* MUSICA MOMPOSINA - ESCUCHAR TEMAS



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Son 16 audios , donde los primeros 13 son de música momposina, el número 14 es la Canción del Boga ausente, poesía de Candelario Obeso y el 15 y 16 el Himno al 6 de agosto o Himno de Mompox y el Himno del glorioso Colegio Pinillos.

Todos cortesía de Jorge Hazbun Gulloso


1. Amor de madre

2. Requiem

3. Estrellita del Sur

4. Ay no me olvides

5. La Maya

6. A Una Voz

7. El Guataquero

8. Valerosa One Step

9. El Llanto de Mercedes

10. Las Campanillitas

11. Bodas de Oro

12. Peninos

13. Maya en Octava

14. Canción del Boga Ausente

15. Himno de Mompox

16. Himno del Colegio Pinillos







Toda la Información aquí consignada, fue extraída por apartes haciendo este resumen, de la investigación hecha por el Académico Jesús Zapata Obregón denominada Mompox: Música, Autores y Notas,  quien amablemente nos concedió el permiso para publicarla. Toda extracción de información de aquí , favor darle el crédito al maestro Jesús Zapata.


Mompox, ciudad en permanente evocación histórica, donde se comprueba que toda vida es súmum de historia y toda historia es una prolongación de hechos vividos, ha sido polifacética a través de toda su existencia, especialmente en las artes. Observamos artistas de la talla de un Manuel Marcelino Peredo, en la pintura ‑y también en la música‑; Tomás Tafur, en la escultura; Candelario Obeso en la poesía; y en el área musical, campo que nos ocupa en la presente investigación, un gran número de virtuosos intérpretes y compositores que tuvieron su florecimiento en el siglo XIX y principios del XX, desgraciadamente sepultados en el olvido, siendo sólo recordados por quienes tuvieron contacto con ese tipo particular de música, que constituyó la delicia de oyentes y bailadores.

Aunque su origen no está lo suficientemente esclarecido, es indudable la participación de los bogas en las conocidas estrofas que identifican a Mompox ante foráneos, a las que, erróneamente, se les ha dado una connotación erótica, ya que tienen que ver con los champanes:

                                    Mompox tierra de Dios
                                                donde se acuesta uno
                                                y amanecen dos
                                                si sopla viento
                                                amanecen ciento
                                                y si vuelve a soplar
                                                no se pueden contar.

En 1.824, Don Tomás de Choperena, gran aficionado a la música, en especial al violín, trajo a Mompox el primer piano; por la fecha de venida podemos suponer que se trataba de un piano‑forte que Don Juan Crisóstomo Osorio lo define como "antiguo nombre del instrumento que hoi se llama piano i que se le puso por la facilidad con que se puede aumentar o disminuir la fuerza de los sonidos por medio de los pedales". De esa fecha en adelante se siguieron importando y en tal cantidad que casi todas las residencias comprendidas dentro del sector colonial contaban con uno o más de estos instrumentos, lo cual hizo muy popular el dicho "En Mompox, en cada casa un piano".




El momposino por naturaleza siempre ha sido alegre y fiestero; al respecto podemos anotar lo relatado por Augusto Le Moyne, viajero francés que permaneció en Mompox durante 21 días a partir del 29 de Noviembre de 1.828:

Lo que no me cabía en la cabeza es que con el calor sofocante que hace siempre, hasta por las noches, en el interior de las casas hubiese algunas donde se diesen bailes casi todas las noches, bailes que duraban hasta la mañana del día siguiente. Llevado por la curiosidad asistí a algunos y quedé maravillado al ver que con una temperatura de casi 40ºC la gente joven pudiese desplegar tanta animación en los valses y las contradanzas, que siempre duran mucho y que no se interrumpen mas que por unos breves instantes para descansar. Claro está que esos bailes no eran de los que necesitan muchos preparativos previos; se improvisaban con una orquesta de aficionados o a lo sumo con dos rascatripas de los cuales siempre uno era arpista.

En 1.828 se creó la primera banda de la ciudad, la Armonía Militar de la Valerosa, la cual como veremos más adelante se formó como fruto de una donación, caso que se siguió dando en las familias aristocráticas que obsequiaban a las bandas, instrumental, uniformes y partituras impresas, lo cual era retribuido por los músicos actuando en las fastuosas veladas con que se agasajaban a ilustres personajes visitantes, y en las festividades patrióticas, religiosas, populares y familiares.

España y en general Europa, ejercieron una notable influencia sobre la música en Mompox dada la situación privilegiada de la ciudad en la geografía nacional lo cual favorecía la penetración cultural del viejo continente con sus ritmos, costumbres y bailes.


En Mompox se presenta un caso en la élite, pero no se da en lo que a música folclórica se refiere; era tan fuerte la presión eurocentrista que, la música popular, representada en los chandés y las cumbias, asimilada en forma sincrética hasta casi finales del siglo XIX, fue después rechazada de la cabecera municipal por las familias aristocráticas, las autoridades y el clero.




progresivamente la música folclórica va siendo desplazada, inicialmente a los sectores marginales de la ciudad, especialmente en el Barrio Abajo y luego retorna y se enraíza en los reductos habitacionales aislados de origen, como Talaigua Nuevo, Talaigua Viejo, Menchiquejo, San Sebastián, etc., y el pueblo momposino va imbuyéndose en la música de corte europeo hasta el punto que los valses, mazurcas, polcas, contradanzas, danzas, etc., entran a formar parte del patrimonio cultural del pueblo raso, asimilándose en las clases media y baja; surgen así las academias y los salones de baile donde solo se bailaban estos ritmos.

Entra el siglo XX y con él, las expectativas por un mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo momposino; la música sigue en su apogeo a nivel individual y grupal; las bandas son protagonistas de todos los eventos y se sigue creando e interpretando música de corte europeo, pero llega un momento en que los avances de la técnica entran en franca contradicción con la música momposina: En la década del 30, la radio, que en Barranquilla, a través de las orquestas de planta de las diferentes emisoras y los radioteatros, proporcionó escenarios y mercados adecuados de trabajo para los intérpretes en una escala sin precedentes, en Mompox, ocasionó el desplazamiento de los músicos, antes invitados obligados a toda clase de celebraciones. Entra entonces la radio a constituirse en la fuente de diversión primaria de aquellas personas que no tenían los ingresos suficientes para adquirir vitrolas y ortofónicas que, por su costo unido al de los discos, en esa época importados, las hacían privativas de la clase alta de la ciudad.  Este aspecto relevante trajo consigo dos cambios fundamentales: el primero, el progresivo desaparecimiento de la música europea, lo cual se da en forma definitiva hacia aproximadamente 1.955, al no estar las fiestas amenizadas por las bandas de la ciudad y además por no existir grabaciones de melodías europeo-criollas, y el segundo, la entrada con fuerza a la ciudad de la música afrocubana, bien aceptada por todos los estratos sociales.



En el caso de Mompox, con toda esta situación, las bandas quedaron circunscritas a amenizar los bailes de salón en carnavales, las festividades de Semana Santa y los actos patrióticos en las efemérides de la ciudad; la música sufre un bajonazo violento, decae el interés por aprender la ejecución de los instrumentos de viento en los jóvenes; en la década del 60 del presente siglo desaparece, como agrupación formal y permanente, la última banda, la Armonía Sucre y solo en la década del 80, como veremos más adelante, aparecen nuevos grupos musicales de diferentes géneros, y comienzan a revivirse nuestros ancestros musicales.



Sin embargo, la música de corte europeo compuesta por autores momposinos, que hoy por hoy, a nivel de cabecera, podemos considerar nuestro patrimonio musical predominante, se sigue interpretando en el ámbito familiar, en animadas tertulias musicales y en las serenatas, donde la alegría sublime del espíritu es llevarle una composición a la mujer amada, al filo de la medianoche, con la luna como testigo mudo, para susurrarle las cuitas del corazón tras las rejas y acechar el momento en que ella abra los postigos para agradecer el desvelo.

En 1.828 se creó la primera banda de música de la ciudad, con instrumentos y vestuario importados de España, donados por Don Francisco Martínez Troncoso quien a más de esto patrocinó, con sus esfuerzos y recursos, a maestros y alumnos; era Gobernador de la Provincia de Mompox y Comandante Militar, el Conde Federico de Adlercreutz, noble sueco que la impulsó organizándola para el servicio de las milicias; tomó el nombre de Armonía Militar de la Valerosa y fue su primer Director un extranjero conocido como Don Jorge.

En la segunda mitad del siglo XIX, esta banda pierde su carácter de banda militar, pasando a llamarse Armonía de la Valerosa; acompañaba todos los actos políticos, culturales, patrióticos y religiosos que se llevaban a cabo en la ciudad; la encontramos reseñada por última vez en 1.883.

Le sigue en orden de aparición la Armonía Seis de Agosto, organizada por Don Leopoldo Ribón Morón.

Posteriormente aparece en escena la Armonía Alonso de Heredia; se funda con posterioridad a 1.883; la primera noticia de su existencia aparece en 1.890 y se disuelve antes de 1.916; esto lo concluimos al leer el DUM DUM, periódico momposino, del 17 de Diciembre de 1.916, en donde se menciona la existencia en Mompox de "dos bandas de música y una orquesta, formadas por hábiles ejecutantes"; si miramos los programas que se muestran en el capítulo de festividades, podemos concluir que las dos bandas que se mencionan son la Armonía Sucre y la Armonía Seis de Agosto, y la Orquesta, es la Nuevo Horizonte.




La Armonía Sucre es fundada en 1.901 por Sócrates Delgado, Andrés Martínez, Santiago Herrera, Jeremías Herrera, Rafael Arteaga, Federico Gutiérrez y Pedro Zambrano; hacen su primera intervención en la Semana Santa de ese año y la encontramos nombrada por última vez en 1.963, cuando se disuelve como banda formal y queda haciendo presencia en nuestra ciudad, hasta la fecha, solamente en las festividades de Semana Santa, cuando con los músicos momposinos residentes y ausentes se organiza anualmente para acompañar las procesiones.





Entrando en el ocaso la Orquesta Nuevo Horizonte y la Armonía Seis de Agosto, nace en 1.932 El Tresillo, fundado por Marcos Evangelista Martínez Márquez, Manuel Domingo Mejía Rojas y Juan E. Camacho Aguilar; inicialmente se conformó como grupo de serenata y en 1.933, según dato suministrado por su último Director, Don José de los Santos Martínez Rojas , como la Orquesta El Tresillo que marcó una época en la historia de la música en Mompox; combinó en su repertorio, dado su carácter, a la música momposina tradicional con la tropical colombiana y antillana que había comenzado a entrar a Mompox por esos años; fue la agrupación favorita para amenizar los bailes de sala; desapareció en 1.968.





Las bandas y orquestas de Mompox cumplieron presentaciones en otras ciudades como Ciudad de Panamá, donde se presentó la Orquesta Nuevo Horizonte en los primeros años del siglo XX, además de Cartagena, Barrancabermeja, La Dorada, Puerto Berrío, Sucre, Magangué, etc., pero desgraciadamente de esas presentaciones no se conservaron testimonios escritos; solamente La Palestra da la noticia del viaje de la Armonía de la Valerosa a la ciudad de Cartagena a participar en los festejos del 68º aniversario de su proclamación de independencia.



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